Aries, el fuego mental
SOLEDAD DAVIES
En Astrología se suele significar a Aries en relación a la acción que da inicio, al deseo de acción; pero, ¿cuál es la acción? ¿de dónde proviene el deseo? Si el deseo en Aries es la voluntad de expresión, ¿qué es lo que se expresa?
Una frase esotérica conocida dice que la energía sigue al pensamiento. Tan pronto como una idea es concebida, ésta existe y crea. La energía sigue al pensamiento. Por lo cual podemos pensar que la primera acción es mental. La idea es lo que genera el movimiento, el deseo de accionar, el impulso espiritual que emerge como una idea para que encarne en una forma. Toda creación, para que ésta sea, necesita de la acción. La creación es el balance entre la idea y la acción. La acción que no sigue una idea no crea, solo repite, tanto creaciones anteriores como creaciones de otros. Toda acción creadora es primero concebida en la mente antes de que podamos materializarla en una forma a través de la acción.
En esto radica la diferencia de que en Aries se inicie un nuevo ciclo, cree una nueva forma, o se repita el mismo ciclo de experiencia. Una idea llega a nuestra mente cuando ésta se aquieta y se conecta con la fuente de energía que es el silencio, siendo la inspiración la causa primaria de la creación original.
Las formas creadas manifiestan una idea por la cual ha sido creada, así como toda experiencia contiene una creencia no revelada, que se manifiesta con el propósito de ser descubierta y liberar la información de la forma. Toda experiencia es una mensajera, Mercurio intercambiando información entre el mundo visible de las formas y el mundo invisible de las ideas.
Astrológicamente, Aries es un signo de fuego. Ésta afirmación se complejiza al observar el principio mental del deseo y la acción. Podríamos decir que Aries es un Fuego Mental.
Me daba cuenta la tendencia a relacionar el fuego a la acción física. Sin embargo tenía mucho sentido cuando la idea de Fuego Mental era observada desde la Geometría Sagrada y la electricidad; y que no por nada el primer principio del Kybalion es el principio del metalismo, que dice “todo es mente”.
Si pensamos en la matriz de luz indivisa u orden implicado, ese nivel de la realidad que, al vibrar, el mismo movimiento hacia la existencia divide la electricidad en polos. El movimiento emerge para expresar el poder que se encuentra en la quietud, así como la vibración de una cuerda emerge del silencio de la cuerda en quietud. Una onda es una palanca que oscila sobre un punto de apoyo, lo cual puede vislumbrarse en el símbolo de Aries.
Desde la perspectiva de la Geometría Sagrada y el Modelo Geométrico del Campo Unificado, Aries es el momento en que el Campo Unificado, que es la matriz en su estado de equilibrio representado por la Flor de la Vida, Comienza a pulsar creando un giro de expansión y concentración desde y hacia un centro de quietud, un eje central que funciona como punto de apoyo al cual el movimiento permanece conectado, creando un efecto de dínamo a partir de determinadas estructuras geométricas conformadas por la interacción de las líneas de energía de la matriz subyacente que se organizan por resonancia. Desde una vista en 3 dimensiones de la geometría, ésta estará dado por el ángulo de giro del campo unificado.
A Aries se lo relaciona con el Big Bang, como una gran fuerza expansiva, pero no solemos tener en cuenta que esta fuerza explosiva es un movimiento hacia dentro, el cual produce tal radiación de energía. Algo así como si nos apretáramos un granito. El deseo de expresión del Ser sigue la idea que emerge en el mundo subjetivo, y a través de la cual manifestará un aspecto específico del potencial infinito que el Ser Es en el mundo objetivo.
Pero la idea nunca es creada. La idea permanece grabada en la memoria como un patrón energético, como información codificada, la cual eventualmente será nuevamente captada o sintonizada por la mente para convertirse en materia visible con el deseo de expresar el potencial del Ser. Todas las cosas manifiestan el principio de vida de la unidad, pero la manifestación de vida no es la vida.
Aquí se aplica nuevamente el concepto de repetición o transformación de la idea contenida en las formas que conforman el mundo. El Universo material es la expresión visible de los patrones de pensamientos de la memoria de la humanidad.
Es esencial observar lo que pensamos para comprender lo que creamos.
Las ideas que conforman las formas materiales, las creencias que dan vida a las experiencias cotidianas, suelen permanecer ocultas para la mente que interpreta los sucesos en términos de sujeto-objeto separados y aislados uno de otro, y no en ciclos interconectados. Es decir que para que una experiencia cambie es necesario descubrir cuál es la idea que la crea. Quizás uno de los mayores milagros que puede ocurrirnos como seres humanos, es descubrir el Ser siendo.
En Aries se inicia el ciclo de manifestación a partir de la idea que pone en movimiento la voluntad de expresar aquello que luego tomará forma en Cáncer, y que, eventualmente, se transformará en Escorpio y se liberará en Piscis, para volver a emerger en Aries. La idea, como información, es un patrón energético que puede ser renovado o repetido en cada ciclo de manifestación, que es el ciclo de la relación entre la energía y la materia, la idea y la forma, el alma y la personalidad, el destino y yo; las cuales expresan una dinámica fractal. Y nos expone a la realidad de que aquello que somos no nos pertenece, sino que es la expresión de una cualidad específica que emerge del campo o fuente de información, el deseo de manifestar un aspecto de la totalidad, en donde el deseo no es propio ni personal sino que es un impulso espiritual de Ser.
Desde la perspectiva de la personalidad la idea original que entrará en acción en Aries es captada en la fase de Acuario como intuición del futuro. Y una vuelta más de tuerca implica que si el inicio es Aries, y la acción comienza con una idea que desea manifestarse, entonces Aries es Fuego Mental, donde el proceso de creación cambia su ángulo o lo repite. Si la acción que entra en movimiento en Aries no parte de una idea primero concebida en la mente, propia de la función Urano, la tendencia será a repetir un progreso de desarrollo de la personalidad en cual la experiencia se basa en llegar a la culminación de su ambición personal.
¿Somos capaces de morir a la propia voluntad y a la ambición de los deseos personales para dar lugar a que una más amplia y creativa fuerza de expresión se manifieste a través de nuestra acción creadora?
¿Cuál es la aspiración de nuestras acciones? ¿La realización de nuestra personalidad a través del mejoramiento de la experiencia a fin de concretar el deseo personal o la voluntad de regresar a la fuente de origen que es el reconocimiento de la presencia impersonal que se expresa a través de mis acciones?
Soledad Davies
Enero 2017
ACERCA DE LA AUTORA
Soledad Davies es astróloga profesional, docente e investigadora. Estudió Astrología en la Escuela Casa XI con Eugenio Carutti en Buenos Aires, Argentina, y con profesionales de manera privada para ampliar la visión y las técnicas. También estudió Cosmología Arquetipal con Richard Tarnas en San Francisco, USA con quien continúa aprendiendo. Realizó el Posgrado en Astrología y Astronomía Cultural por la Universidad de Gáles donde actualmente es estudiante de Máster y prepara su disertación investigando la relación de la Astrología y los Estados Ampliados de Conciencia (EAC). Trabaja en consultoría privada donde integra recursos terapéuticos somáticos y transpersonales. Además es docente de Astrología y temáticas afines a la percepción simbólica. A iniciado y coordina la Plataforma Educativa PsicoCymática.