ASTROLOGÍA, FILOSOFÍA Y RITUAL
EUGENIO CARUTTI Y JOSÉ MANUEL REDONDO
Con el objetivo de seguir promoviendo instancias de diálogo a modo de tender puentes entre diferentes corrientes de la astrología, Soledad Davies reunió en una conversación a José Manuel Redondo y a Eugenio Carutti. José Manuel Redondo es unos de los dos docentes del curso de Filosofía para astrólogos de PsicoCymática, está a cargo de las clases de filosofía ligada a la astrología desde el Helenismo hasta el Renacimiento. Es además ensayista, poeta, traductor, profesor e investigador académico, doctor en filosofía antigua, tiene más de veinticinco años de experiencia como astrólogo consultor y es un iniciado practicante de diversas tradiciones mistéricas de espiritualidad afrocaribeña. Eugenio Carutti fundó y dirige la escuela de astrología Casa XI en Buenos Aires, estudió física, es licenciado en antropología y autor de varios libros, entre ellos el de publicación más reciente, Inteligencia planetaria. En diálogo, intercambiaron miradas acerca de la astrología como modo de conocimiento, de percibir la vida y como práctica desde sus distintos pero no antagónicos puntos de vista, y destacaron la riqueza del encuentro por sobre la afirmación de las propias posiciones.
Reconociendo que considera los símbolos astrológicos como vínculos entre el mundo externo y el mundo interno, Carutti admite que queda del lado de la así llamada astrología psicológica, pero dice que se resiste absolutamente a esa denominación. Redondo, por su parte, podría considerarse más ligado a la astrología tradicional, y por los prejuicios que despierta en el mundo académico e incluso entre los astrólogos modernos su proyecto astrológico ligado a la práctica ritual, utiliza un seudónimo: Capulus. Pero más allá de las etiquetas de sus modos de trabajar, acordaron en que, en palabras de Eugenio, lo que llamamos astrología es el ritual de fondo: “es una disposición perfectamente cuidadosa, ligada a los tiempos, y como todo ritual, es un disparador de disposiciones internas a partir de una percepción del orden externo que provoca una alteración de la percepción habitual”. El movimiento de los planetas y lo que va sucediendo en correspondencia habla de que formamos parte de un universo ritual, según coincidieron.
Ante la pregunta por el aspecto de la astrología más ligado a la reflexión filosófica que en la actualidad parece haberse perdido, Carutti responde que la comprensión del ritmo cíclico espiralado de la vida implica que toda época cultural tiene pérdidas y ganancias respecto de otras: “Es una oscilación de experiencias que está en cada uno de nosotros poder dilatarse para contenerlas todas y disolver los antagonismos que provoca nuestra percepción lineal”, dice. Redondo agrega que en estas oscilaciones en forma de espiral “hay cabida para la repetición pero también para la creatividad o la libertad de adaptar a una nueva época o una nueva circunstancia esos patrones celestes”. Repetición y novedad es un par de opuestos muy vigente en estos tiempos de cuadratura entre Saturno y Urano en el cielo, al que según ellos vale la pena dedicarle una reflexión ya que es de los más complejos para articular psíquicamente.
También reflexionaron juntos acerca del lugar del sujeto en la tradición astrológica, y sobre la astrología como lenguaje sagrado, como sistema simbólico, “cuya potencia y complejidad está en que no es separativo: no distingue claramente qué es el sujeto y qué no es el sujeto, allí esas distinciones son creativamente borrosas”, dice Eugenio, contraponiendo este lenguaje a los que usamos para comunicarnos y que organizan nuestra estructura psíquica. Los dos señalaron el error de percepción que implica referirse al código natal como mi carta. José Manuel advierte que en realidad la carta “es una representación del cosmos entero, imagen de la divinidad; no puedo yo reducir esa totalidad a mi persona, se trata de una realidad mayor a la que pertenece el yo o la persona y que desde una perspectiva particular se expresa, se manifiesta, se vuelve autoconsciente”.
Entre las propuestas más ricas que surgieron en la charla, sin duda se destaca la que Redondo definió como una necesidad de deshacernos de la categoría de astrología occidental: “Hay esta manía moderna de remitir a los griegos como el origen, la cuna de la civilización occidental, pero hay mucha más claridad al día de hoy de cómo los griegos recibieron tradiciones milenarias de conocimiento (egipcias, caldeas, persas, hindúes) a las cuales dieron una sistematización, un formato propio, pero ellos mismos no estarían de acuerdo con que la filosofía inicia en Grecia”. Según él, afortunadamente esta manía está cambiando y quizás eso nos lleve a una concepción más rica de la astrología.
Para Carutti, esto coincide con una tendencia a retornar a la vivencia de que somos parte de la vida, no algo separado, a la vez que se da una articulación extremadamente compleja e inédita de información. “En realidad somos un entrelazamiento infinito de cartas natales que están en sinastría co-destinando”, agregó. En este sentido, estuvieron de acuerdo en que la astrología es un remedio (complejo) para el desencantamiento del mundo y una gran herramienta para desarrollar una mayor inteligencia vincular.
➤ Entrevista realizada por Soledad Davies | Agosto 2021