LA COSMOGONÍA DE PLATÓN
LOS ASTROS Y LA CREACIÓN DEL MUNDO
Soledad Davies | Abril 2022
Platón, el gran filósofo griego que vivió en el siglo IV antes de nuestra era, presenta su teoría del origen del alma en las estrellas en sus libros Timeo y República. Allí expone la mecánica por la que el alma se origina en las estrellas (precisamente en la esfera de las estrellas fijas) desde las cuales desciende y encarna en forma humana, para luego regresar, ascendiendo a través de las esferas planetarias, a su origen celeste.
El alma elige las posibilidades de su vida y luego desciende a través de las esferas planetarias a la Tierra, un proceso durante el cual se determina su destino. Habiendo sido creada por el Demiurgo, el alma se presenta compuesta de números y proporciones, y situada entre el cosmos sensible y el inteligible.
Esta idea fue uno de los fundamentos de la astrología y también es desarrollado en otros escritos como el Corpus Hermeticum; el cual describe que, a medida que el alma asciende a través de las esferas planetarias, se abandonan (o trascienden y purifican) las “imperfecciones” o “cualidades negativas” de ese planeta.
Se lee en su Timeo:
«el Demiurgo hizo al alma primera en origen y en virtud y más antigua que el cuerpo. La creó dueña y gobernante del gobernado a partir de los siguientes elementos y como se expone a continuación. En medio del ser indivisible, eterno e inmutable y del divisible que deviene en los cuerpos mezcló una tercera clase de ser, hecha de los otros dos. En lo que concierne a las naturalezas de lo mismo y de lo otro, también compuso de la misma manera una tercera clase de naturaleza entre lo indivisible y lo divisible en los cuerpos de una y otra.»
«Mientras el cuerpo del universo nació visible, ella fue generada invisible, partícipe del razonamiento y la armonía, creada la mejor de las criaturas
por el mejor de los seres inteligibles y eternos.»
«La decisión divina de crear el tiempo hizo que surgieran el sol, la luna y los otros cinco cuerpos celestes que llevan el nombre de planetas para que dividieran y guardaran las magnitudes temporales. Después de hacer el cuerpo de cada uno de ellos, el dios los colocó en los circuitos que recorría la revolución de lo otro, siete cuerpos en siete circuitos, la luna en la primera órbita alrededor de la tierra, el sol, en la segunda sobre la tierra y el lucero (Venus) y el que se dice que está consagrado a Hermes, en órbitas que giran a la misma velocidad que la del Sol pero con una fuerza contraria a él, razón por la que regularmente se superan unos a otros el sol, el planeta de Hermes y el lucero (Venus).»
FUNDAMENTOS COSMOLÓGICOS DE LA ASTROLOGÍA
Movimiento Primario y Secudario según el Timeo de Platón.