LA ARMONÍA DEL MICROCOSMOS EN RELACIÓN AL MACROCOSMOS
ROBERT FLUDD
La armonía del Microcosmos en relación con el Macrocosmos, es decir, la correspondencia del cuerpo humano con la figura del mundo, y la relación de los planetas con sus miembros.
Saturno influye en el brazo derecho, el bazo, la vejiga, los dientes, los huesos; Júpiter en los pulmones, el hígado, las arterias, los pulmones de las mujeres; Marte afecta el lado izquierdo, la bilis, los riñones, las venas y los genitales de los hombres, mientras que Sol influye en los nervios, el corazón, el ojo derecho. Venus afecta la matriz, los riñones, los genitales, los pechos, el útero, los lomos, el hígado, el esperma. Mercurio afecta el cerebro, los espíritus, la imaginación, la memoria, la lengua, las manos y los dedos. Luna afecta el cerebro, el lado izquierdo del cuerpo, el ojo izquierdo de las mujeres, el vientre, los intestinos, la vejiga y el gusto.
De estos planetas, las influencias desafortunadas en sus malas irradiaciones, o de sus aspectos desfavorables, traen discordias o enfermedades a los miembros del cuerpo que están bajo su dominio. Estas enfermedades incluyen posiciones desafortunadas de Saturno, que afectan todo el cuerpo con parálisis universal, lepra, epilepsia, fiebre cuartana, mala disposición, apoplejía, convulsiones, y más. Marte trae fiebres agudas, epilepsia, fiebre amarilla y sincope. Venus trae debilidad, enfermedades venéreas, parálisis, epilepsia, y más. Mercurio causa manía, letargo, epilepsia. Luna también causa epilepsia y puede afectar varias partes del cuerpo, como la lengua, los brazos, la vejiga, el hígado, etc.

Representaremos aquí una descripción de tal circunferencia humana, delineándola a partir de la relación de los signos del Zodiaco celeste, o de las estrellas fijas del firmamento, con las partes del cuerpo humano, y señalaremos cómo esta armonía corresponde a los círculos. Por lo tanto, el círculo tiene su centro en el ombligo, y trazado desde allí, el semidiámetro será la planta del pie desde el ombligo. Esa, digo, línea circular del Zodiaco celeste denotará el octavo cinturón del cielo; cuyos doce divisiones, tanto a la izquierda como a la derecha de los signos, proyectan rayos hacia cualquier parte del cuerpo o miembro humano sobre el que predomine el signo asignado.
Por ejemplo, Aries, que rige la cabeza, gira hacia la derecha sobre los ojos, las orejas y los dientes, así como sobre la región de los lados correspondientes. De manera similar, Tauro rige tanto el lado izquierdo como el derecho del cuello, la posición de la garganta y la voz observada. Géminis, ambos hombros, los brazos y la región de las manos. Cáncer, los pulmones, el pecho, las costillas, las mamas, el hígado y el bazo, también de manera simétrica. Leo rige el corazón, el estómago, los costados, el diafragma. Virgo, el vientre, los intestinos, el mesenterio. Libra, los lomos, el ombligo, los riñones, las nalgas. Escorpio, los genitales, la vejiga, el ano. Sagitario, los muslos, los fémures, la pierna derecha e izquierda.Capricornio rige las rodillas; Acuario, ambas piernas; y Piscis, ambos pies. Estos signos y las partes del cuerpo a las que se refieren deben ser observados tanto para la salud como para las enfermedades, si se considera que están relacionados no solo con las inclinaciones naturales del corazón y los planetas, sino también con las enfermedades: pues si las discordias y la antipatía concuerdan con las disposiciones dañinas de los planetas, esto lleva a que las operaciones contrarias a la naturaleza influyan sobre el cuerpo humano, provocando enfermedades y efectos muy perjudiciales.
Robert Fludd, Utriusque cosmi maioris scilicet et minoris metaphysica, physica atque technica historia in duo volumina secundum cosmi differentiam divisa (Historia metafísica, física y técnica de ambos cosmos, es decir, el mayor y el menor, dividida en dos volúmenes según la diferencia entre los cosmos),
1617, pp. 111-112
